miércoles, 8 de marzo de 2017

¿Que hago mientras no puedo correr?



La vida no es una constante línea recta. Nunca falta el suceso inoportuno e inesperado, que amenaza con dar al traste con los planes que tenemos. Así puede pasarnos cuando corremos, vamos ganando velocidad, fuerza, resistencia y de pronto ¡Zas! un tobillo torcido, un tirón que nos pide reposo, y la lista puede ser enorme y entonces nos preguntamos ¿Qué hago mientras no puedo correr?

Por supuesto que la respuesta puede ser también tan larga como creatividad tengamos. Lo primero es no perder la calma; particularmente creo que de todo se puede sacar algo bueno.

Uno de los puntos importantes a observar es que cuando corremos: 
Utilizamos una gran cantidad de músculos, no se trata de un deporte de cintura hacia abajo, por lo que siempre hay algún músculo que trabajar.
Cuando la lesión está en los pies y se pide evitar cargar el peso en ellos, nos queda libre la parte superior, abdomen, espalda baja, espalda alta, brazos.

Nadar puede ser una buena alternativa, unas vueltas en la piscina que impliquen brazada, fortalecerán la espalda, lo que permite tener una mejor postura al momento de correr. Esto sin olvidar que nadar es un ejercicio cardiovascular excelente. En lo personal lo recomiendo bastante. Mi resistencia incrementó considerablemente luego de intercalar dos días de nado a la semana con el entrenamiento de pista que venía realizando. 
La técnica de respiración necesaria para un buen desempeño en carrera, también mejora nadando. Al ser un ejercicio que nos pide ritmo de inhalación y retención, mejora capacidad pulmonar. Además de que se respira  por la boca al igual que cuando se corre.

Hablando de la parte del abdomen...

Al ser el abdomen la parte media aproximada del cuerpo y el sitio donde se encuentra nuestro centro de gravedad, siempre es buena idea el darle tono a los músculos que le rodean, esto también mejora la postura dándole solidez a nuestro cuerpo.

Rodillas

Si no hay una contraindicación, puede que sea momento de concentrarse en las rodillas. 
Se pueden hacer ejercicios sentado donde simplemente hay que elevar los pies.
Hay que sentarse lo más atrás posible para que las rodillas queden sobre el borde de la silla (si lo haces muy adelante será el abdomen lo que trabajarás.

Ejercicio 1
Eleva los pies con los tobillos bien juntos, lentamente, tratando de que la pierna completa forme una línea recta.



Ejercicio 2
Puedes hacer una variación, para agregar más peso. Coloca un pie sobre el otro y eleva el que se encuentra debajo.



Realiza series de repeticiones alternando de pie y con breves descansos.

Estos ejercicios pueden parecer poca cosa, pero el realizarlos con frecuencia fortalecerán los músculos que rodean la rodilla, haciéndola menos propensa a lesiones cuando regreses a correr.

NOTA: Si tuvieron que enyesarte, o tienes algún tipo de férula que aplique peso a tu pierna, no sería mala idea balancearlo, colocando en la otra pierna el mismo peso para que se fortalezcan ambas piernas por igual.

Para finalizar quiero agregar que, es muy cierto que mucho en el deporte de correr es mental, como tal, es de suma importancia mantener a la mente entrenando, que la disciplina de no se pierda y aunque no pueda realizarse el mismo ejercicio físico, dedicar tiempo al ensayo de otras habilidades que serán de utilidad. Lo peor que puede hacerse es quedarse ocioso.

Todo esto por supuesto debe ser aprobado por el médico para garantizar que no se está corriendo algún riesgo.

Les deseo pronta recuperación si es el caso y feliz miércoles.